Márcia Tiburi (Vacaria, Brasil, 1970) es doctora en Filosofía, artista plástica y escritora. En 2015 publicó un libro de título provocativo, Cómo conversar con un fascista, en el que abogaba por la creación de una cultura del diálogo para defender la democracia de lo que percibía como un incipiente proyecto social de extrema derecha. “Me llamaban exagerada”, dice. Sus ideas resultaron premonitorias, ya que al año siguiente Donald Trump alcanzaba la presidencia de los Estados Unidos y en 2018 se convertía en presidente de su país Jair Bolsonaro, al que no duda en calificar de fascista.

Ese año mataron a su amiga Marielle Franco, y ella, que había sido candidata a gobernadora de Río de Janeiro por el Partido de los Trabajadores, se exilió en Francia tras haberse convertido en un blanco frecuente de amenazas de la extrema derecha. Actualmente ejerce como profesora en la Universidad París 8, donde estudia la producción de discursos de odio. Sigue militando en el PT y apoya a Lula da Silva, que vuelve a ser candidato a la presidencia.

¿Qué impresión se llevó del diálogo con Andrea Aldana?

Me gustó mucho intercambiar ideas con Andrea y Patricia y hacer esta comparación entre Brasil y Colombia. Son países con muchas tragedias en común. En ambos hay organizaciones criminales con mucho poder, que operan como un estado paralelo. Ha sido interesante y productivo. Espero que Andrea y Patricia hayan aprendido tanto como yo.

¿Cree que el conjunto de América Latina atraviesa la misma situación política en este momento?

Sí. Tenemos una historia común. Es una historia de sufrimiento, la de la colonización, que no podemos olvidar. Lo que vivimos hoy son las consecuencias de esa historia, problemas sociales y económicos que no han sido resueltos del todo.

Entrevista completa en CTXT.